Mermelada de peras
La mermelada de peras no es tan conocida ni utilizada como la de fresas o ciruelas pero es tan suave, tan rica, que merece la pena y cuesta muy poco hacerla. Cuando he vuelto de mis vacaciones este año he comprado un montón de peras y he hecho una mermelada espléndida aunque es cierto que, al hacerla, cunde menos que la de fresas o la de moras, tiene mucha agua y tan solo me salieron dos botes por cada kilo de fruta.
Aparte de utilizarla de forma tradicional, untada en tostadas para el desayuno, es muy buena para mezclar con ingredientes salados como se verá en la tapa que será la próxima entrada de este blog. Creo que también es muy adecuada para pincelar algún bizcocho o , por ejemplo, dar brillo a una tarta de manzana.
He utilizado pera ercolina, por su sabor y porque mi frutero me la recomendó y si él me lo dice es que merece toda mi confianza. Es una pera jugosa, dulce, carnosa y de gran aceptación. Se consume generalmente fresca pero es muy normal utilizarla en preparaciones saladas o en mermelada, acompañando a una tabla de quesos o en una ensalada.
Ahí va la receta.
INGREDIENTES
Para 5 tarros medianos
- 1 Kilo de peras
- 600 g. de azúcar
PREPARACIÓN
Pelar las peras y disponerlas en una cazuela grande, añadir el azúcar y cocer a fuego medio. Ir removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera durante una hora aproximadamente. No hace falta remover continuamente pero sí cada cierto tiempo para que al remover, la fruta se vaya deshaciendo y formando la textura deseada de mermelada. Cuando esté casi hecha, podemos dar un golpe de batidora para que no queden trozos de fruta demasiado grandes.
Para saber cuándo la mermelada está en su punto, hay que tener en cuenta que en caliente estará más líquida y en cuanto se enfríe, más sólida. Según he leído la temperatura ideal para que la textura de la mermelada sea perfecta es de 104º, que mediremos con un termómetro de cocina; si no se tiene termómetro -como es mi caso- o te fías de lo que vas viendo, es decir, del aspecto que va adquiriendo o hay una forma muy casera de saber si la mermelada ya está en su punto y es la de meter un plato en el congelador, sacarlo cuando esté muy frío y depositar un poco de mermelada; si pasados dos minutos ésta forma una película que se arruga al tocarla es que está ya lista. Seguro que hay más trucos para saber si has llegado a conseguir el punto!
Los botes los habremos esterilizado en agua hirviendo durante treinta minutos. Cuando la mermelada esté lista la iremos echando en los botes secos, pero aún calientes; una vez que estén todos llenos los cerramos y los pondremos al baño maría durante veinte o treinta minutos. Apagado el fuego, se dejarán dentro de la propia cazuela para que se enfríen despacio. Una vez fríos nuestra mermelada estará lista para guardarla o degustarla.
Guardar en sitio fresco o en la nevera directamente.
Están geniales y muy bien explicado todo!!! Gracias
ResponderEliminarGracias amigo desconocido por tu amable comentario. Espero sigas "enganchado" a nuestro blog. Un saludo.
EliminarBuenísimo todo muy rico!!
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarEspero que,si ya la has hecho, sea de tu agrado.