Cuajadas de queso Mascarpone
Estamos acostumbrados al postre rey italiano, el tiramisú, y con él, al queso Mascarpone; pero con este lácteo tan conocido podemos hacer otros postres igualmente deliciosos y originales. Bizcocho con Mascarpone, flan de Mascarpone o las cuajadas de Mascarpone que os cuento a continuación.
Gracias a Frabisa, cotilleando por ahí, encontré unos flanes cocinados con este tipo de queso; con algunas pequeñas variaciones en las cantidades, y con un toque de vainilla, preparé unas cuajadas que realmente estaban para chuparse los dedos. Y me parecieron perfectas unas frutas rojas que dieron el toque de color a la receta y, sobre todo, a las fotografías. Las frambuesas las cogí directamente del frambueso que crece en mi casa así que seguramente nos supieron mucho más ricas por eso.
Con las cantidades siguientes me salieron 8 cuajadas del tamaño de las flaneras pequeñas, las metálicas o las de papel aluminio. También se puede hacer una sola unidad, en un recipiente único, vertiendo la crema en el recipiente elegido previamente caramelizado. La preparación es muy parecida a la elaboración de un flan pero sin huevos y cuajadas en frío, en la nevera, lo que reduce mucho los tiempos de cocina, que en este tiempo se agradece mucho.
Hay que hacer el caramelo para untar los moldes. Versión rápida para una prisa: utilizar caramelo del que venden envasado.
No hay excusas. Ahí va la receta.
INGREDIENTES
Para 6 personas.
- Azúcar blanco, dos o tres cucharadas
- Agua, dos o tres cucharadas
- 250 de queso Mascarpone (suele ser el peso de una tarrina)
- 125 ml. de leche
- 1 sobre de cuajada Royal
- 200 ml. de nata para montar (35% grasa)
- 50 g. azúcar
- 50 g. azúcar vainillada
- Unas semillas de vainilla extraídas de una vaina
PREPARACIÓN
Primero hay que hacer el caramelo; para ello poner en un cazo el azúcar y el agua. Calentar hasta que se forme un caramelo líquido que con mucho cuidado echaremos sobre el molde o los moldes. Si se desea un caramelo más claro se pueden añadir unas gotas de zumo de limón. Reservar los moldes.
En otro cazo poner al fuego el queso, la leche, el sobre de cuajada, la nata, los dos tipos de azúcar y las semillas de vainilla. Remover hasta que todo se disuelva bien y calentar unos minutos sin dejar que hierva, pero removiendo para ayudar a la total disolución del queso. Echar en los moldes previamente caramelizados y meter en la nevera. Cuanto más tiempo, más firme quedará la cuajada.
Volcar los moldes en cada plato y adornar a gusto. Quedan bien unas hojas de menta, unas frutas rojas, un adorno de caramelo o un culis de fresas…¡por ejemplo!
Más cosas
Si no se dispone de azúcar vainillada, poner 100 g. de azúcar normal y añadir una raspadura de una vaina de vainilla o una cucharadita de vainilla concentrada (líquida)
Fuente: La cocina de Frabisa.
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