Berenjenas a la parmesana (melanzane alla parmigiana)
Tras el paréntesis al que me referí en la última entrada, vuelvo a mis quehaceres blogueros y tras agradecer a todos las muestras de cariño que he recibido, voy a presentar hoy una rica receta que aprendí este verano durante nuestro viaje al norte de Italia.
La receta se la debo a nuestra amiga Cristina Magioncalda que nos mostró, con una cena exquisita, sus grandes dotes de cocinera y me enseñó la receta que hoy he preparado.
La ”melanzane alla parmigiana” es un plato puramente mediterráneo que mezcla con sabiduría las cualidades del tomate y la berenjena con las del aceite de oliva y el queso; la presentación como una lasaña se debe a la forma que se obtiene a base de colocar capa sobre capa; yo, en esta ocasión, la presento en torre, colocando además del tomate frito, unas rodajas de tomate natural. También me he permitido la licencia de usar tres quesos: provolone, que da un excelente sabor, mozzarella que aporta ese aspecto fundente tan característico y parmesano rallado sobre cada capa.
La receta la explico , en principio, para hacerla en forma de lasaña, fácil de elaborar pero también referiré cómo hacerla según se va a ver en las fotografías.
Sin más dilación, que esta vez me he retrasado mucho, ahí va la receta.
INGREDIENTES
Para 4 personas.
- 2 berenjenas medianas
- 100 g. Mozzarella
- 100 g. de Provolone
- 50 g. de Parmesano rallado
- Aceite de oliva
- Un poco de harina y de pan rallado
- Sal
Para la salsa de tomate:
- 6 tomates maduros o un bote de tomate natural triturado pequeño
- Un diente de ajo
- Aceite de oliva
- Sal
PREPARACIÓN
Lavar las berenjenas y cortarlas en rodajas; colocarlas en una fuente con un poco de sal y esperar unos 15 minutos para que no amarguen. Reservar.
Cortar en lonchas finas el queso provolone (yo lo hice con mandolina). Reservar.
Mientras, cortar el ajo en láminas y sofreír sin quemarlo en una sartén con aceite; añadir el tomate pelado y cocinarlo durante 15-20 minutos a fuego bajo/medio.
Cuando las berenjenas estén listas, pasarlas por un poco de harina y pan rallado y freír en aceite de oliva; sacarlas a una fuente con papel absorbente. Reservar.
Preparar una fuente de horno, colocando una primera capa de tomate frito; sobre ésta una de berenjenas y sobre ésta una de queso provolone cortado en láminas finas, además, espolvorear con parmesano. Para la segunda capa, el orden será: capa de tomate frito, berenjenas, mozzarella y parmesano rallado y así sucesivamente hasta terminar siempre con la última capa espolvoreada de queso parmesano rallado.
Si se elije presentación en torre, la única diferencia es que colocaremos entre capa y capa una rodaja de tomate natural, siendo la base de tomate frito igual que en la lasaña. El resultado sería: capa base de tomate frito, berenjenas, queso provolone, queso parmesano rallado, rodaja de tomate natural, berenjenas, queso mozzarella, queso parmesano rallado y así sucesivamente acabando siempre con queso rallado.
Meter al horno precalentado. durante 30 minutos, a 200º.
Servir caliente, como porciones de lasaña o en forma de torres individuales.
Más cosas
Hay que tener cuidado al elegir el recipiente para la lasaña; si es demasiado grande, quedará demasiado extendida y tendrá pocas capas. Recomiendo utilizar un molde de cristal apto para horno, de 22x17, aproximadamente.
Recomiendo moderación con la sal, ya que los quesos ya aportan casi lo suficiente.
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