Pastel de cabracho
La primera vez que probé un pastel de cabracho fue en Asturias, en casa de unos parientes (como se dice por allí) y me pareció tan tan tan rico que, claro, tuve que aprender la receta y hacerlo. Me la contaron más o menos y, más o menos, yo la adecué a mi manera y gustos.
El cabracho es un pez de piel roja y carne blanca, apretada y sabrosa; para la elaboración de este pastel es especialmente idóneo ya que tiene un sabor más potente que la merluza u otros pescados blancos, lo cual garantiza un sabor más auténtico. Se puede decir que sustituye al archiconocido pudin de merluza o pastel de pescado, también muy rico, que se cocina con pescados blancos y gambas para conseguir el sabor marino que el cabracho tiene por sí mismo.
Mientras leía sobre el cabracho y el pastel que se prepara, he sabido que J. Mari Arzak ha sido un gran impulsor de este plato, precisamente para dar a conocer el cabracho como pez habitual en las aguas del norte de España sobre todo Asturias y País Vasco.
Y es obligado decir que con esta receta llego a las 100 publicadas; es para mí “un orgullo y una satisfacción” cumplir 100 recetas y seguir pensando en que este proyecto continúe y se amplíe. Cada receta es un reto y el éxito de cada una depende exclusivamente del cariño que pongo al prepararla; es cierto que los ingredientes, el horno, la calidad de los productos… todo es importante pero sin cariño nada sale bien. Por eso y como hoy es Nochevieja aprovecho para mandar todo mi cariño a los que os acercáis por el blog, lo echáis un vistazo y os animáis a hacer alguna de mis recetas. Y si solo sois admiradores pues también lo agradezco, ya que siendo tan amplia la oferta para navegar por estos mares de internet, que paréis en mi blog es un auténtico honor para mí y para el fotógrafo, que agradece las alabanzas bien merecidas a sus imágenes.
¡Feliz Año 2015!
Y ahí va la receta.
INGREDIENTES
Para 6 personas.
- Un cabracho, sin cabeza
- 3 hojas de laurel
- Agua
- Sal gorda
- 3 huevos
- 200 ml. de nata o leche IDEAL
- Dos cucharadas de tomate frito casero (si puede ser)
- Sal y pimienta
- Salsa mayonesa para acompañar
- Huevas de trucha, de caviar, cebollino…para los adornos
- Opcional: 3 palitos de cangrejo y/o un trozo de pescado blanco
PREPARACIÓN
Poner en una cazuela grande un litro o litro y medio de agua con sal gorda y las hojas de laurel. Cuando rompa el hervor, echar el cabracho y cocer unos 5-7 minutos.
Calentar el horno a 200º.
Retirar el agua de cocción y con esmero y cuidado, ir retirando las espinas (puede ser de utilidad el uso de unas pinzas para extraer algunas espinas). Limpiar y desmigar la carne. Una vez limpia obtenemos una cantidad aproximada de 300-400 gr. de carne de cabracho.
Poner un bol grande con la carne, los huevos, la nata, el tomate, la sal y la pimienta y si se ha decidido por ello, los palitos de cangrejo o incluso algún resto de pescado blanco ya cocido.
Triturar muy bien ayudándonos de un robot de cocina o una batidora. Dejar una masa sin grumos y de consistencia espesa pero fluida.
Preparar un molde alargado, como de plum cake clásico. Engrasarlo y, o bien forrarlo con papel de horno, o echar pan rallado sobre la mantequilla, opciones ambas válidas para que no se pegue el pastel al desmoldarlo.
Poner este molde dentro de otro más grande y cocer al baño maría en el horno durante 30 minutos.
Para comprobar el grado de cocción meter un pincho para ver si ya está hecho, tal y como se hace en los bizcochos. Si se dora demasiado la parte de arriba se puede abrir el horno y poner una hoja de papel de aluminio para que no se queme, hasta que se cumpla el tiempo.
Sacar del horno, enfriarlo y dar la vuelta sobre la bandeja o recipiente en donde se vaya a servir. Se puede cubrir entero con mayonesa, o bien servir en porciones para que cada comensal se ponga la cantidad de salsa que desee.
Más cosas
El pescadero retira la cabeza del pescado, que nadie se agobie. Pero hay que decírselo, claro!
Para el baño maría, se echa el agua en el molde más grande, en el que introduciremos el que contiene la mezcla de pescado.
La salsa que mejor le va a este pastel es la mayonesa o una salsa rosa.
Está muy bueno, untado como paté, sobre tostadas.
Si no encontráis cabracho, o no os gusta, hacedlo con merluza (congelada) y gambas. Merece la pena intentarlo.
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