Tomates cereza rellenos
Hace tres o cuatro años me lancé a preparar como aperitivo estos tomates cereza rellenos sin haberlo hecho previamente; la experiencia fue muy buena porque el resultado fue exquisito y todos los comensales quedaron encantados pero he de reconocer que fui un poco osada al elaborar por primera vez este entrante siendo 13 personas las invitadas y teniendo en cuenta que, al menos, cada una comería dos o tres de estos pequeños tomates.
Además, en aquella ocasión usé los más pequeños que encontré en el mercado, por lo que me pasé un buen rato rellenándolos (creo que rellené 50!!!!). Pero como ya digo, el éxito fue rotundo y he vuelto a prepararlos en otras ocasiones. Lo que sí he hecho esta vez es utilizar unos tomates cereza (“cherry”), un poco más grandes, lo que facilita la labor de vaciado.
Para acompañar estos tomates cereza rrellenos, una vinagreta con cebolleta, aceite, vinagre, una yema de huevo y perejil es exquisita y fácil. Se puede presentar en salsera o como base en las distintas bandejas donde van los tomates. También he preparado una salsa con nata y queso parmesano, cuyo color blanco hace un contraste perfecto con el rojo de los tomates. O simplemente solos, sin ningún aderezo, listos para comer con los dedos. Cualquiera de estas presentaciones harán de este aperitivo una delicia a la vista y al paladar.
Ahí va la receta.
INGREDIENTES
Para 6 personas.
- 18 tomates pequeños (variedad cereza)
- 6 palitos de sucedáneo de cangrejo
- Dos cucharadas soperas de aceite de oliva
- Sal y pimienta
- Perejil
- Cebollino para adornar
Para la vinagreta:
- Una cebolleta pequeña
- Aceite de oliva virgen
- Vinagre de Jerez
- Sal
- Una yema de huevo cocido (opcional)
Para la salsa de nata y queso:
- 100 ml. de nata para cocinar o leche evaporizada (IDEAL*)
- Queso parmesano rallado
- Sal y pimienta
PREPARACIÓN
Lavar y secar los tomates; sobre una tabla de madera cortar los dos extremos de cada tomate, para que queden bien asentados sobre la bandeja. Con un descorazonador de manzanas o con la ayuda de una cucharita de café, ir sacando la carne de cada tomate por el extremo que no va a estar apoyado, y reservarla en un bol. Yo utilicé el descorazonador, con él conseguí liberar la carne de la pulpa y con la ayuda de la cucharita lo terminaba de vaciar. Hay que tener cuidado de no romperlos, no hace falta llegar a vaciarlos completamente sino que es bueno dejar el fondo con algo de contenido.
Una vez vacíos los tomates, en un vaso picador de la batidora, echar la carne de los tomates, los palitos de cangrejo troceados, el aceite, la sal y la pimienta. Picar todo junto hasta formar una pasta.
Rellenar los tomates con la pasta anterior. Se puede utilizar una manga pastelera o hacerlo a mano con la ayuda de una cuchara de postre.
Una vez rellenos se colocan en las fuentes de servir y se espolvorea perejil o cebollino picado.
Para hacer la vinagreta: mezclar todos los ingredientes, batir bien hasta que se consiga una mezcla uniforme y depositar en salsera o regar con ella los tomates.
Para la salsa de nata: poner en un cazo la nata, calentar y añadir el queso parmesano rallado. Dejar cocer unos minutos (2 o 3). Salpimentar si fuera necesario y proceder como con la vinagreta.
Más cosas
Si no te gusta el cangrejo, sustitúyelo por atún, gulas o simplemente la carne del tomate aliñada.
Es un aperitivo para cogerlo con los dedos y tomarlo en un bocado; tanto los tomates “cherry” como los que son un poco más grandes ayudan a tomarlos así.
Personalmente, si me dieran a elegir entre las dos salsas, a mi me gusta más la vinagreta. La salsa de nata aporta poco sabor, pero es cierto que como adorno o base
para los tomates es perfecta. Yo he probado las dos, pero como es una opinión subjetiva, la elección corre a cargo del cocinero.
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