Croquetas de patata con sorpresa de queso y chorizo
Croquetas de patata con sorpresa de queso y chorizo, un aperitivo debe ser un bocado que invita a seguir comiendo, que abre los sentidos a pequeñas porciones de placer mientras se entabla conversación o se espera a que la reunión se complete.
Según los expertos y, sobre todo el sentido común, unos buenos entrantes variados, discretos en su tamaño y acompañados por un buen vino o cerveza harán que, un poco más tarde, sepamos apreciar los platos que se nos ofrecen en la comida principal y hacer los honores correspondientes.
Un aperitivo típico y de siempre es la croqueta, y en este caso una variación de la croqueta es esta elaborada con puré de patatas. Es mucho más fácil de obtener un buen resultado ya que la bechamel no es necesaria, lo que para muchos será un alivio. Eso sí, será fácil que al catarlas nos sorprendamos esperando la textura cremosa de la bechamel encontrándonos con otra textura también suave pero con más cuerpo debido a la patata.
La sorpresa de su interior es a gusto del cocinero y si se hace una cantidad grande se pueden elegir distintos ingredientes para el relleno siempre, desde mi punto de vista, que acompañen bien al queso. Y para esto, casi cualquier fiambre nos vale; otras posibilidades: salmón, anchoas, nueces…en fin, la imaginación de cada uno es lo que vale para elaborar estas delicias de patata.
Esta es mi receta.
INGREDIENTES
Para 4 personas.
- 800 g. de patatas
- 3 huevos (uno de ellos para el rebozado)
- 50 g. de parmesano
- Queso blandito, que se funda bien. Yo utilicé un queso gallego Arzúa-Ulloa.
- Chorizo cortado en trocitos (o jamón cocido, o serrano o bacon…)
- Pan rallado
- Aceite para freír
- Sal y pimienta
PREPARACIÓN
En una olla grande con agua y sal, cocer las patatas enteras y con su piel bien limpia durante unos 40 minutos. Este tiempo varía según el tipo y calidad de las patatas.
Cuando estén blandas en su interior, colarlas y esperar a que se enfríen para poder quitar la piel sin abrasarnos los dedos.
Pasarlas por un pasapuré sobre un bol ancho y añadir al puré el queso parmesano rallado, un huevo entero y la yema del otro, reservando la clara.
Mezclar todo bien y salpimentar al gusto.
Preparar dos platos: en uno echar el huevo entero más la clara que nos sobró antes y batirlo; en el otro echar el pan rallado.
Poner una sartén honda con aceite para freír.
Mientras se calienta el aceite, formar unas bolas de patata introduciendo un dedo para que se haga un pequeño hoyo en donde meteremos el trocito de queso y el de chorizo. Moldear otra vez con la mano y rebozar primero por el huevo batido y después por el pan rallado.
Freír en el aceite bien caliente hasta que adquieran un bonito color dorado por ambos lados.
Más cosas
Cuando las patatas son más nuevas, la cocción se acorta y cuando son viejas pasa al revés. Como no siempre estamos en tiempo de patata nueva, aprovechar eligiendo, si se puede, las que sean más adecuadas para cocer. Yo he utilizado unas patatas de Escalona del Prado, en Segovia, y aunque no son nuevas se han cocido en media hora más o menos.
Con una brocheta introduciéndola en su interior, se sabe si la patata ya está cocida.
El queso para el relleno debe ser un queso graso para que se funda bien; los italianos en sus croquetas de queso utilizan el queso fontina pero yo he elegido producto español y escogí un queso gallego Arzúa-Ulloa, que me encanta por su cremosidad y punto de fundición. Sin embargo, el parmesano no lo sustituyo porque me parece que da un sabor inigualable, diferente.
He usado un pan rallado un poco grueso para que el rebozado quede crujiente. Si se ralla en casa con la Thermomix podemos elegir cómo lo queremos de grueso pero también lo venden ya envasado y de diferentes grosores.