Pizza de espinacas y almendras

Para muchos hablar de pizza puede ser un sinónimo de comida rápida y poco sana cuando en realidad yo creo que una buena pizza, con una buena masa y buenos ingredientes resulta una comida completa, apetecible y que combina variedad de alimentos de esos que pertenecen a la llamada cocina mediterránea.

La elaboración de la pizza puede ser, obviamente, una forma rápida de cocinar si se usan bases precocinadas o bases que, previamente elaboradas por nosotros, hayamos guardado en el congelador, lo que nos facilitará mucho la preparación en un momento de un aperitivo o una cena. La masa de pizza es fácil de elaborar y el amasado a mano también resulta sencillo; yo he utilizado las cantidades que vienen en el libro de recetas de Thermomix y la he amasado manualmente dejándola fermentar un rato para que creciera y no resultara demasiado fina. Esto del grosor de la pizza también es una cuestión de gustos; en mi casa nos gusta gordita, incluso con el relleno de queso de los bordes; No obstante, somos buenos degustadores de pizza en casa, no ponemos pegas a la hora de probar y nos encantan.

Parece ser que la pizza es un invento italiano que se extendió a EEUU y después consiguió fama internacional; es una mezcla básica de harina, sal, levadura fresca y agua y excepcionalmente aceite. Los italianos, cuando hablan de pizza dan por hecho que se refieren a la napolitana; luego, serán los ingredientes y la extensión y grosor de la masa lo que hará que cada una represente una región u otra. Dicen también que para estimular la digestión es recomendable acompañarla de cerveza. Quien conozca la pizzería romana Baffetto, habrá tomado su pizza de masa fina y queso mozzarella abundante; es una de las más conocidas y su fama hace que sea difícil conseguir un sitio para sentarse sin hacer una larga espera.

Y esta que presento hoy es una variedad que me enseñó Julio Reoyo en uno de los cursos a los que asistí. Su propuesta fue utilizar tortillas de trigo (las mejicanas) para hacer pizzas pequeñas y elaborarlas en poco tiempo. El invento funcionó bien, a mí me gustó pero sigo prefiriendo hacer la masa tradicional y después formar una buena base. Las tortillas son una forma de tener en unos minutos una comida o cena que tan solo requerirá de la preparación del relleno.

Con permiso de nuestra querida Italia, ahí va una receta de pizza con aceite en la masa.

INGREDIENTES

Para 4 personas.

Para la masa:

50 ml. de aceite de oliva
200 ml. de agua templada
Sal
Un sobre de levadura de panadería seca o 15 g. de levadura fresca
400 g. de harina

Para el relleno:

Aceite de oliva
Cebolleta
Unas tiras de bacon (tres o cuatro)
Una bolsa de espinacas frescas (entre 800g. y 1 Kilo)
Almendras laminadas
Pasas (opcional)
Tomate, preferiblemente casero
Mozzarella

PREPARACIÓN

Masa de pizza:

Preparar un cuenco grande con la harina y la sal y formar un hueco en el centro.

Deshacer la levadura en el agua templada y añadir el aceite. Echar esta mezcla al cuenco.

Amasar al principio con una espátula y cuando la masa sea un poco firme, pasarla a la mesa de trabajo enharinada y amasar a mano unos diez minutos, dos tandas de 5 minutos reposando un par de minutos entre ellos. Si se amasa con una amasadora, vale con 5 minutos.

Si la masa está pegajosa se puede añadir algo de harina más.

Formar una bola con la masa.

Se coloca la bola en un bol aceitado y se tapa con un film para dejar que leve al menos una hora.

Para extender la masa, deben usarse las manos. Primero se aplasta con la palma de la mano y después se va extendiendo con los dedos adaptándose a la forma de molde y hasta alcanzar el tamaño deseado.

Pero si no se tiene tiempo y no la dejamos levar no pasa nada más que va a quedar algo más fina. Esta masa se extenderá sobre la bandeja dando la forma que elijamos, redonda o rectangular y responde perfectamente en el horno. Yo la tuve una media hora levando y después la formé.

Relleno:

Una vez formada nuestra masa de pizza, se procede a la elaboración del relleno; en el caso de haber elegido tortillas mejicanas, obviamente empezaremos ahora.

Precalentar a 200º, calor arriba y abajo o bien abajo con aire.

En una sartén con un poco de aceite de oliva, se saltea el bacon hasta que se dore.

Se añaden las almendras (se dan unas vueltas hasta que cogen color), las pasas (se hinchan) y por último las espinacas. Salpimentar en este momento.

Se deja la sartén al fuego tapada para que las espinacas se vayan reduciendo y cuando están listas se remueve bien todo y se deja reservado en un plato.

Sobre la masa de pizza extendida ya sobre el molde o bien sobre las tortillas de trigo, se extiende tomate con una cuchara, se esparce la mozzarella y se mete al horno durante 10 minutos.

Al terminar este tiempo se saca la pizza y se rellena con lo reservado en el plato, extendiéndolo bien y cubriéndolo con un poco más de mozzarella.

Seguir horneando a 200º durante otros 8-10 minutos.

Más cosas

La preparación de la masa de pizza es totalmente opcional; en el mercado venden variedad de bases frescas o congeladas. Con el auge de la Thermomix y otros robots amasadores, la elaboración se facilita hasta el punto de que es fácil hacer una masa y congelarla entera o en porciones y disponer de ella en cualquier momento. Se descongela en poco tiempo y el resultado es bueno.

Yo he utilizado un molde redondo y he formado un pequeño rollo en los bordes, porque me sobraba masa y porque nos gustan los bordes tostados del pan de pizza.

Las tortillas de trigo o similares también se compran en todos los super y son cómodas y versátiles ya que también admiten muchos rellenos. La idea de convertirlas en pizza ya he dicho que se la debo a Julio Reoyo, cocinero que mantuvo durante un tiempo un espacio llamado Cucharrena, en Segovia, donde además de degustar su cocina impartía unos cursos de cocina muy interesantes a los que asistí en varias ocasiones. Él me animó a añadir en mi blog esta receta que ha sufrido alguna modificación al pasar por mis manos.