Magdalenas de chocolate

Hace ya unos días que llevo pensando en cuál sería la introducción que encabezaría esta primera receta después de un periodo sin publicar en el blog.

El verano es una excusa estupenda para darse un respiro y dejar todas las actividades en reposo; igual que las masas que necesitan descansos entre amasado y amasado he estado yo durante unos meses aunque el intervalo de descanso haya sido más largo del debido y casi me estropeo con tanta fermentación. Bromas aparte, quien me conoce sabe que me encanta cocinar y lo hago con gusto, tanto que cuando me encuentro en ese momento en que no me encuentro, mi terapia suele estar dentro de la cocina. Este blog nació con la intención de ser un escaparate, para quien lo quiera ver, donde se exponen las recetas que se hacen en mi casa y que quedarán en mi familia -sobre todo- como el cuaderno de recetas de toda la vida en versión internauta.

Mi aprendizaje pasa por la propia experiencia, por lo que leo, veo y escucho, lo que me enseñan, lo que aprendo en algunos cursos a los que tengo oportunidad de ir y hablando en pasado, lo que aprendí de mi madre y de mi suegra fundamentalmente. También pasa por los errores, por las ganas de hacer una receta que no termina de salir bien y por las pruebas que se van a la basura (que también me ocurre). Todo lo que está en el blog está hecho y comprobado y degustado pero también muchas recetas no son dignas de publicarse porque el resultado no ha sido el esperado; seguramente mi falta de preparación profesional sea parte de la dificultad para elaborar ciertos platos pero es cierto que en esto, como todo en la vida hay que hacer y practicar y no siempre salen las cosas bien a la primera.

Además, y esto es muy importante, tengo una gran familia que se ha dispersado para que podamos viajar y podamos ejercer de abuelos cada vez que un fin de semana o unas vacaciones se nos ponen por delante. Nuestros tres hijos viven fuera, lejos, y una parte de mi tiempo quiero pasarla con ellos siempre que se pueda.

Así que tras esta confesión para tranquilizar mi conciencia por llevar tanto tiempo sin publicar he decidido que nada mejor que unas excelentes magdalenas de chocolate, esponjosas, dulces en su justa medida y realmente bonitas, son un comienzo de curso estupendo para esta nueva etapa que iniciamos en “Ven a la cocina”.

Gracias a todos los que os acercáis a un blog como este que requiere el esfuerzo de leer; en la época en donde la visión de vídeos facilita tanto las cosas hay que reconocer el mérito de quien se molesta en perder unos minutos para leer la receta completa, preparar los ingredientes y realizar el plato y disfrutar de un buen desayuno o merienda.

Para todos los seguidores del blog aquí van estas magdalenas de chocolate.

INGREDIENTES

Para 12 magdalenas.

140 g de mantequilla 40 g de chocolate negro 2 huevos Unas gotas de vainilla líquida (opcional) 90 g de azúcar moreno, integral o panela 2 cucharadas de miel 140 g de harina, normal de todo uso 8 g de levadura química o polvos de hornear (tipo Royal) 20 g de cacao en polvo

PREPARACIÓN

Más cosas

Estas magdalenas llevan cacao en polvo y el chocolate rallado o en forma de pepitas; se pueden hacer solamente con cacao.

La mantequilla puede derretirse y añadirla tal cual. El proceso por el que se somete a calor y adquiere un ligero tono dorado hace que aporte un agradable aroma tostado pero es también prescindible aunque si se desea hacerlo es conveniente acordarse de filtrar la mantequilla líquida para eliminar residuos que quedarán visibles en la gasa o tamiz.

Es conveniente conocer el horno; siempre lo apunto. Las magdalenas de este tamaño en mi horno se hacen en unos 13 minutos para que queden jugosas. Más tiempo hará que queden más secas pero no por ello menos sabrosas.