Mi sopa minestrone. Menú Navidad 2020
Para muchos, las sopas son la mejor manera de comenzar una cena o una comida sobre todo si hablamos de cenas tardías, de comidas más copiosas de lo habitual y de fechas invernales en las que apetece templar el cuerpo con un buen caldo. Si a todo esto sumamos que la Navidad nos reúne en torno a una buena mesa, entonces tenemos el momento idóneo para degustar una sopa nutritiva pero ligera, llena de sabor y de color como esta sopa minestrone.
La sopa de verduras tradicional seguramente no sea desconocida para nadie; quien más y quien menos hemos cocinado para nuestra familia un rico primer plato compuesto por un caldo vegetal y muchos tropezones en forma de verduras cortadas minuciosamente. En Italia el concepto se amplía y la sopa minestrone es un claro ejemplo; según reza el libro La Cuchara de Plata (biblia de la gastronomía italiana) una sopa menestrada es aquella sopa que contiene además de hortalizas y alguna hierba aromática, arroz y/o pasta y según la zona de la geografía italiana en donde se elabore es fácil encontrar, además de esos ingredientes, otros tales como bacón, judías blancas o manteca, por citar algunos.
Para hacer mi sopa minestrone me he basado en las recetas que he encontrado en el libro, viendo las diferencias que hay entre unas y otras y versionándola a mi gusto. He querido hacer una receta de fácil elaboración, que pueda realizarse con antelación (salvo la pasta) para quitarnos prisas de última hora y que se adapta a nuestros gustos. Sobre la forma habitual de cocinar la sopa de verduras en casa he añadido pasta corta, en concreto tiburones, y queso parmesano rallado en el último momento. La variedad de verduras utilizadas y haberlas rehogado en aceite de oliva proporciona un caldo nutritivo de agradable sabor que acogerá armoniosamente al resto de ingredientes.
Dice también este afamado libro de cocina italiana que las sopas han formado parte durante años atrás de las cenas de los italianos pero que después por moda o renovadas costumbres, se dejaron de consumir en favor de otro tipo de alimentos; en la actualidad chefs italianos y jóvenes cocineros vuelven a formular sus cartas incluyendo sopas como auténticas estrellas de su cocina. Desde aquí mi pequeño homenaje para esta cocina que tanto me gusta y que tantas cosas en común tiene con la nuestra.
Valga esta sopa minestrone a mi manera, esta sopa de verduras enriquecida, para comenzar una de las reuniones familiares más ansiadas en los últimos años y que, en caso de que pueda hacerse realidad, sea también una de las más entrañables. Calor en nuestra cocina y en nuestra mesa. Y sobre todo, calor de Navidad.
Ahí dejo mi receta. Si os gusta, podéis compartirla o dejar algún comentario en redes o en el blog.
INGREDIENTES
Para 3 personas.
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
- 1 diente de ajo pequeño
- 1/2 cebolla grande o una mediana
- 1/2 puerro
- 1 zanahoria
- 6-7 judías verdes
- Un trozo de calabaza
- 1 trozo de col blanca o repollo
- 1 patata mediana
- 1/2 calabacín sin pelar
- 1 litro de agua
- Sal y pimienta
- Pasta corta a elegir (en este caso tiburones)
- Queso parmesano
PREPARACIÓN
El primer e imprescindible primer paso será lavar y pelar las verduras que lo necesiten y cortarlas en trocitos, preferiblemente cubos, intentando que sean todos de un tamaño similar. Se reservarán en cuencos separados para ir añadiéndolos según se indica.
En una cazuela se echan las tres cucharadas de AOVE. Se pone al fuego medio/alto.
Una vez caliente el aceite, se baja el fuego y se echa el ajo picado, se da unas vueltas y seguidamente se añaden la cebolla y el puerro. Se deja rehogar todo junto unos 5-6 minutos a fuego medio.
Es importante que no se doren las verduras, no deben coger mucho color tostado sino que deben estar pochadas (ablandadas).
El siguiente paso es añadir las zanahorias, dar unas vueltas y dejar otros 5 minutos. De ahí que el fuego sea medio/bajo.
Ahora es el turno de las judías verdes. Otros cinco minutos.
Se da una vuelta a todo con una cuchara y se observa si está bien impregnado del aceite.
Entonces, se añade el resto de ingredientes: calabaza, col, patata y calabacín.
Se echa 1 litro de agua y se aviva el fuego.
Cuando rompe a hervir, se baja el fuego (medio/bajo) y se deja cocinar durante 50 minutos.
Pasado el tiempo se añade la pasta y se corrige de sal y de pimienta.
Se termina de cocer los minutos que recomienda el envase de la pasta y se retira del fuego.
Una vez emplatada la sopa, se echa un puñado de queso parmesano sobre ella o bien se deja en un recipiente para que cada comensal se sirva a gusto.
Más cosas
Es importante cortar las verduras en pequeños cubos para conseguir que se hagan en poco tiempo y que luego sea fácil a la hora de coger con la cuchara.
Se puede poner la pimienta desde el principio si se desea potenciar más el sabor.
Las verduras que se utilizan son múltiples y responden al uso de verdura de temporada o al gusto de quien las va a consumir; el apio suele estar presente en este tipo de sopas pero a mí personalmente no me gusta y no lo he utilizado.
Así como las zanahorias y las judías verdes se rehogan al principio, el resto de ingredientes como la patata o el calabacín se hacen perfectamente añadiéndolos más tarde.
Se puede usar un caldo hecho con anterioridad, un caldo de verduras que intensifique más el que resulta del cocinado de las que hemos utilizado pero realmente si no lo tenemos hecho no es imprescindible ya que con verduras abundantes, el rehogado del principio con el AOVE y la cocción lenta después, el caldo que resulta tiene una sabor exquisito.
Las cantidades de verdura de esta receta corresponden a dos o tres personas; si se desea para más comensales, dobla las cantidades teniendo en cuenta que proporcionalmente al agua debes poner las verduras para que el caldo resulte sabroso.
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