Muffins de chocolate (lo más parecido a los de Starbucks)

Detrás de todas las recetas tanto de cocina como de repostería hay un trabajo paciente y escondido que no se ve pero que influirá y mucho en el resultado final; en mi caso, al no ser profesional de la cocina, aprendo de diversas fuentes que van desde las recetas familiares hasta las que pruebo y disfruto en los restaurantes pasando, claro está, por mi aprendizaje en cursos presenciales o en línea y por la lectura de mis múltiples libros de cocina. A esto se suma el interés, la curiosidad y las ganas de cocinar para otros que es, sin duda, el motor que me anima a meterme en la cocina.

Pero la parte menos bonita también existe y es la que se no se enseña porque forma parte del propio aprendizaje; esa parte es la del ensayo-error cuando se prueba una receta, una primera vez, y sale mal o no sale o el resultado no es todo lo bueno que se espera; y pasa que también hay una segunda o tercera vez que tampoco sale bien del todo hasta que por fin llega el día en que bordas el plato y a partir de ahí suele salir bien casi siempre. En este grupo de recetas rebeldes podría incluir las croquetas, las magdalenas, algunos bizcochos, las lentejas (sí, sí, las lentejas), el uso de gelatinas… etc., un grupo de recetas que las he ensayado con insistencia hasta conseguir un resultado que a mí me ha parecido más que digno.

Alguna vez debería hacer una publicación con mis peores recetas… jaja… esas que se quedan en la memoria del móvil solamente para recordarme que hubo una vez que intenté hacer algo y no me salió.

Pero hoy no es el caso; detrás de esta receta de muffins hay unas cuantas de prueba pero tengo que decir que desde el principio me salieron bien por lo que he ido cambiando algún ingrediente para conseguir la que hoy os muestro y que me parece más rica.

La palabra muffin en inglés nos habla de “pequeño pastel dulce a menudo relleno de frutas” aunque es frecuente también encontrarse la versión chocolateada y con pepitas de chocolate en su interior para mayor placer de los muy chocolateros y que es la que yo he escogido para la receta de hoy; he preferido mantener el nombre original para diferenciarlo de nuestras queridas magdalenas que son también pequeños pasteles dulces, habitualmente sin relleno, y que se diferencian de los muffins en que son más esponjosas y ligeras. El muffin es más compacto pero no por ello pesado gracias a una ligera humedad de la miga y el sabor que aporta el cacao.

La famosa cadena de cafeterías puso de moda un muffin con pepitas de chocolate, de tamaño algo mayor que una magdalena y que siempre está presente en sus mostradores; no soy muy amiga del café que se sirve en este establecimiento, no soy muy partidaria de consumir un café en un gran vaso mientras paseas por la calle, pero supongo que las costumbres de cada uno son eso, de cada uno y a mí lo que me interesó siempre fue ese pastel tan tan de chocolate; así que me puse a buscar recetas y de todas las que vi fui haciendo hasta llegar a esta que es la que más se parece a lo que yo quería conseguir. Las cápsulas de papel son más grandes que las de magdalena y con una forma ligeramente diferente a partir de un cuadrado de papel; yo las compro en www.marialunarillos.com por si a alguien le interesa saberlo.

Si queréis hornear unos muffins de chocolate esta versión os puede gustar. Ya hay una receta en el blog de magdalenas de chocolate por si queréis una versión más tradicional.

Ahí va la receta.

INGREDIENTES

Para 11 o 12 muffins.

• 230 g de harina
• 50 g de cacao en polvo
• 8 g de polvos de hornear (tipo Royal)
• 150 g de azúcar moreno o panela
• 2 huevos M
• 1 yogur griego y 1 yogur natural normal
• 70 g de aceite de coco
• 20 g de leche entera
• Pepitas de chocolate a gusto

PREPARACIÓN TRADICIONAL

PREPARACIÓN EN THERMOMIX.

Más cosas

IMPORTANTE: el cacao en polvo no es el Cola-Cao o el Nesquik. En mi receta he usado VALOR, cacao puro desgrasado, 0% azúcares añadidos.

Se puede cambiar el aceite de coco por aceite de girasol o de oliva suave. Esto va en gustos pero recomiendo el aceite de coco por el sabor tan sutil que aporta y que le va tan bien al chocolate.

Se pueden usar 2 yogures griegos, uno de cada o bien 2 yogures blancos normales. En este último caso, yo cambio la leche por nata para asegurar esa parte de cremosidad que aporta la nata del yogur griego.

El tiempo de horneado es aproximado; siempre es arriesgado decir un tiempo exacto porque cada horno es un mundo y debemos conocer cómo funciona el nuestro. Al acabar el tiempo de horneado, la brocheta que introduzcamos deberá salir completamente limpia. Si no es así hornear otros 5 minutos y vigilar.

Y si no tienes papeles de muffins, no pasa nada; utiliza papeles de magdalenas que el interior será el mismo.