Crema de brécol con espárragos verdes y pipas de calabaza

Aún tengo el color violeta de la crema de lombarda grabada en mi retina (y en mi paladar) cuando cambio al color verde para ilustrar una nueva receta, crema de brécol con espárragos verdes y pipas de calabaza, siguiendo con platos hechos a partir de verduras.

Hoy la receta que he preparado tiene como producto estrella al brécol, verdura a menudo maltratada e identificada con platos dietéticos sin gracia alguna cuando en realidad es una planta de huerta que nos aporta muchos y variados beneficios; sin meterme en si es un super alimento o no, solamente puedo asegurar que su sabor tan distinto al de otras verduras se acentúa cuando lo tomamos al vapor y que gana mucho aliñado con un sofrito de ajos y un buen chorro de aceite de oliva; pero para cambiar y buscar otras opciones he probado a hacer el brécol en crema a la que he añadido unos espárragos trigueros que tenía en la nevera pensando en potenciar el color verde; como el resultado me gustó mucho, decidí que podría ser otra receta tan fácil que es casi imposible negarse a probarla al menos una vez.

Mi intención es ir elaborando recetas con verduras con técnicas de cocinado diferentes para ver las posibilidades que nos da este tipo de alimentos; empezar con dos cremas tan coloridas es la forma más sencilla para irnos habituando a sabores que quizás rechazamos e ir poco a poco introduciéndolos sin temor en nuestras comidas habituales. Así que, empezando por lo fácil, espero poder ir añadiendo al recetario más platos elaborados con diferentes verduras.

Sin más dilación, ahí va mi crema de brécol.

INGREDIENTES

Para 2 personas.

500 g de brécol
6 u 8 espárragos verdes
40 g de mantequilla
25 g de aceite de oliva virgen extra
135 g de leche entera
Sal y pimienta a gusto
Pipas de calabaza

PREPARACIÓN

Modo tradicional

Tiempo de preparación: 10 minutos, de cocinado: 20 minutos, total: 30 minutos.

Lavar el brécol y los espárragos aprovechando flores y tallos en el caso del brécol y yemas y parte más blanda del tallo en el caso de los espárragos.

En una cazuela poner dos litros de agua y 20 g de sal; esperar a que hierva y echar las flores y tallos de brécol y los espárragos

Cocer todo durante 15 minutos a partir del hervor.

Una vez pasado el tiempo, colar la verdura tirando el agua resultante de la cocción.

Poner las verduras en un bol ancho y añadir la mantequilla, el aceite, la leche y salpimentar a gusto.

Triturar con batidora de mano o vaso batidor hasta que resulte una crema.

Rectificar el punto de sal y triturar de nuevo un par de minutos.

Para emplatar, poner la ración en el plato hondo y adornar con pimienta molida, aceite de oliva y unas pipas de calabaza.

Con Thermomix

En el vaso del robot poner 1 litro de agua y 10 g de sal; programar 5 minutos, temperatura Varoma, velocidad cuchara.

Cuando el agua hierva, colocar el cestillo y poner ahí los ramilletes de brécol y los tallos; es posible que la cantidad que propongo no quepa en el cestillo por lo que entonces será mejor utilizar el accesorio Varoma y cocerlo al vapor. Si se hace menor cantidad que la propuesta en esta receta, poner la verdura en el cestillo y sumergir en el agua. En ambos casos, programar 20 minutos, temperatura Varoma, velocidad cuchara o velocidad 1.

Una vez cocido el brécol, retirarlo del recipiente y dejarlo escurrir.

Desechar el agua de cocción y en el vaso vacío poner la verdura cocida, la mantequilla, el aceite y la leche.

Programar 2 minutos, sin temperatura y velocidad progresiva 5-7-10.

Pasados los dos minutos, bajar los restos de las paredes, salpimentar a gusto y de nuevo batir 2 minutos a velocidad progresiva 5-7-10, sin temperatura.

Emplatar de la forma ya explicada en la elaboración tradicional.

Más cosas

Los espárragos trigueros aportaron un sabor muy rico a la crema que casa perfectamente con el brécol; por supuesto, si no gusta, se pueden eliminar de la receta.

Las cantidades están adaptadas para dos personas; basta con doblar las cantidades para 4 personas.

El adorno con pipas de calabaza me gusta mucho y creo que embellece el plato, pero son fácilmente sustituibles por pistachos o piñones, por ejemplo.