Bizcocho de almendras
Me encanta el otoño, quizás sea mi estación favorita. Me gusta la lluvia, los colores de los árboles en esta época, el atardecer desde casa, el olor a tierra mojada y el aroma que deja en casa el bizcocho recién salido del horno. Todas estas cosas que llenan el día a día y que me hacen sentir bien son diferentes en otoño, no sé por qué, no tengo explicación, pero sé que es así; me gusta este tiempo de pausa que nos prepara para el frío invierno.
He pensado que sería una buena opción de receta antes de acabar este mes de octubre, un bizcocho de almendras y con almendras en su interior y en su exterior; en general, huyo de recetas de Halloween que me dicen poco o más bien nada y me quedo con dulces y platos de siempre para disfrutar en estos días que son para algunos, grises y para otros, especiales. Este bizcocho de almendras es esponjoso, dulce en su justa medida, algo húmedo y aromático; ideal para el desayuno porque nos ayuda a comenzar el día con sabor y energía, y apetecible como el que más con el café de media tarde.
Las almendras son los frutos del almendro y lo que consumimos habitualmente es la semilla; existen multitud de variedades de almendra, siendo la marcona la más reconocida por su gran calidad. Es gordita y redonda, dulce y poco amarga; muy valorada en la fabricación de dulces como los turrones, el mazapán, los guirlaches y la famosa tarta de Santiago. También es de las más caras, pero hay que reconocer el buen resultado de los platos elaborados con esta variedad. Nuestra zona mediterránea, Andalucía, Aragón y parte de Castilla la Mancha son buenos representantes de la producción de almendra en España.
Para elaborar este bizcocho se utilizan ingredientes sencillos y la almendra se puede moler en casa con un robot o comprarla ya molida; en todo caso, procura que sea buena y el resultado te encantará.
Sin más dilación, ahí va mi receta para 8 personas.
INGREDIENTES
- 3 huevos grandes
- 200 g de azúcar
- 200 ml de aceite de girasol
- 150 g de leche entera o yogur
- Zumo de un limón (si se utiliza leche)
- 125 g de harina de almendras
- 300 g de harina de trigo
- Pizca de sal
- 16 g de polvos de hornear (tipo Royal)
- Almendras laminadas para adornar
PREPARACIÓN
Tiempo de preparación: 15 minutos, de horneado: 50 minutos, total: 65 minutos
Preparar un molde de 20 cm engrasándolo con aceite o mantequilla y forrando con papel de horno las paredes y la base. Dejar reservado.
Batir los huevos y el azúcar con varillas manuales o eléctricas enérgicamente hasta que la mezcla doble su volumen y tenga un color más claro (como de vainilla)
Añadir a la mezcla el aceite, la leche y el zumo (o el yogur, según lo que se ponga). Mezclar bien todo.
Echar la harina de almendras y remover.
Por último, añadir la harina tamizada con la sal y los polvos de hornear.
Remover bien todo hasta que la masa sea homogénea.
Si en este punto, la masa es muy espesa añadir una o dos cucharadas de leche.
Precalentar el horno a 175º, calor arriba y abajo, sin ventilador.
Repartir sobre la superficie las almendras fileteadas de forma que quede bien cubierto.
Cuando el horno esté listo, meter el molde con la mezcla y bajar a 170º.
Hornear 50 minutos a 170 º, calor arriba y abajo sin ventilador.
Cuando pase el tiempo, sacar y dejar templar antes de darlo la vuelta. Gracias a los papeles, se desmoldará con facilidad.
Más cosas
Lo primero, ojo con el horno. Siempre lo digo y es que cada horno es un mundo; a veces lo que para un horno son 50 minutos para otro pueden ser 45, así que mete una brocheta en el bizcocho cuando acabe el tiempo para ver si se ha cocido del todo.
He utilizado un molde de 20 cm. El bizcocho queda alto. Se puede usar otro molde de más diámetro (23-24 cm) pero hay que tener en cuenta que saldrá más bajito. Y, además, se hará en 10 minutos menos casi seguro.
Si no tienes yogur en ese momento, no pasa nada; echa en la medida de leche el zumo colado de un limón; parecerá que se corta, pero no pasa nada. Añádelo sin miedo a la masa.
Si te gusta el aroma a almendra amarga, echa dos gotas de esta a la masa. Es opcional.
Si a lo largo de la cocción observas que las almendras laminadas se tuestan más de lo debido, pon un papel de aluminio o de horno por encima.
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