Pizza blanca al pesto con mortadela de Bolonia y burrata
La pizza es la gran embajadora de la comida italiana en todo el mundo y aunque a veces se la identifica con comida rápida, cada vez son más los establecimientos que ofrecen pizzas gourmet en sus cartas ampliando así la variedad y dando a conocer un producto de calidad que nada tiene que ver con lo que a veces se nos ofrece como prefabricado.
La pizza blanca es una versión sin salsa de tomate y, en concreto, la pizza que presento hoy en el blog sustituye el tomate por una base de pesto de pistacho que posteriormente a su paso por el horno se corona con burrata y con mortadela de Bolonia que le aporta un inigualable sabor y que además consigue unos bonitos colores haciendo de esta pizza un bocado muy apetecible. Es una pizza diferente, sabrosa y llena de aromas y sabores apta como plato principal o formando parte de un picoteo o cena informal si la troceamos de forma que cada comensal se sirva su propia ración.
Como curiosidad voy a referirme a la mortadela de Bolonia (Mortadella di Bologna IGP) de la que se sabe que es un embutido muy antiguo habiendo recogidos documentos que la sitúan en el Renacimiento; parece casi demostrado que fue Cristoforo di Messisburgo su autor y se le atribuye también a él uno de los primeros tratados de gastronomía de la historia. La mortadela es, pues, un embutido cocido que se elabora solamente con carne de cerdo al que se añaden diversas especias que le dan su olor y sabor característicos. Si se eligen carnes de calidad se puede reducir gran cantidad de grasa en su elaboración.
Sea como fuere esta mortadela es un producto espléndido con un sabor peculiar que le ha dado carácter a esta pizza blanca y que nos demuestra que con buenos productos siempre obtenemos buenos resultados. En este caso, no hay tomate pero sí un maravilloso pesto de pistachos (receta ya publicada en el blog) que ejerce de base para acoger después al resto de ingredientes junto con un queso burrata que se deshace al abrirlo y se mezcla sutilmente hasta conseguir este fantástico resultado.
La masa la he elaborado en casa, una receta sencilla. A veces la prisa, el trabajo y, por tanto, la falta de tiempo no nos dejan deleitarnos tanto en la cocina por lo que si estamos apurados siempre podemos recurrir a comprar alguna base de pizza de calidad que nos ayude a hacer más corto el proceso.
Sin más, ahí va la receta.
INGREDIENTES
Para 4 personas.
Para la base:
- 200 g de agua
- 50 g de aceite de oliva
- 1 cucharadita de sal
- 5 g de levadura seca de panadero (en polvo)
- 350 g de harina
Para el relleno:
- Pesto de pistacho
- Hojas de rúcula
- Lonchas de mortadela de Bolonia
- 1 queso Burrata
- Hojas de albahaca fresca
- Mozzarella (opcional)
PREPARACIÓN DE LA MASA EN THERMOMIX
Tiempo de preparación: 10 minutos, de elaboración: 1 hora, de cocción: 20-25 minutos, total: 1 hora y 25 minutos.
Poner el agua, el aceite y la sal en el vaso y programar 1 minuto, 37º a velocidad 4.
Añadir la levadura y mezclarla 15 segundos.
Echar ahora la harina, mezclar en velocidad 4 y poner velocidad espiga durante 30 segundos.
Sacar la masa del vaso, ponerla sobre una encimera y darle la forma de bola.
Dejar reposar de media a una hora tapada con un film o un paño.
PREPARACIÓN MANUAL DE LA MASA
Echar en un bol la harina con la sal.
Poner la levadura en el agua y remover para que se active. Esperar 2 o 3 minutos.
Echar el agua y el aceite sobre la harina y amasar todo con las manos.
Sacar a una encimera y amasar hasta que esté lista la masa; no debe estar pegajosa.
Este proceso es más lento y requiere de algún tiempo de reposo entre amasado y amasado hasta que se desarrolle el gluten.
Dejar reposar de media a una hora tapada con un film o un paño.
PREPARACIÓN DEL RELLENO
Encender el horno a 225º
Pasado el tiempo, aplastar la bola con las manos y con la ayuda de un rodillo dar forma redonda o rectangular a lo que será nuestra pizza
Cubrir de pesto la superficie de la pizza dejando como 1 cm sin llegar al borde
Preparar una bandeja de horno forrada con un papel de horno y poner sobre él la pizza
Meter al horno y hornear durante 15 minutos a 220º
Sacar la base del horno y colocar encima la rúcula, la mortadela, el queso en el centro y las hojas de albahaca como adorno.
Depositarla sobre una base de madera y servir caliente abriendo el queso con un cuchillo.
Más cosas
Aunque parezca raro, la masa se hornea solamente con el pesto que queda un poco crujiente; el resto de ingredientes van en fresco sobre el pesto.
Se puede hacer de esta manera también: se mete al horno precalentado la masa sola, sin nada que la cubra y se hornea 10 minutos. Pasado este tiempo, abrimos el horno y ponemos el pesto sobre la superficie de la pizza que estará caliente y se vuelve a meter para que finalice su horneado durante otros 10 minutos. De esta forma, el pesto se seca menos. Ambas formas de hacerlo no varían en el resultado final y el sabor del pesto es riquísimo.
En la relación de ingredientes he puesto como opcional la mozzarella; si bien no es imprescindible se pueden poner 100 g mezclados con el pesto de forma que obtengamos la textura cremosa típica del queso tras el horneado.
La receta para la base que siempre sale bien es esta del recetario Thermomix; no obstante y como señalo, se puede hacer a mano aunque alargue algo más el proceso. Hay muchas recetas para masa de pizza y quizás cada uno debamos escoger la que mejor nos funcione siendo todas muy parecidas en cuanto a ingredientes y elaboración.
Tiene una pinta estupenda.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
EliminarLo cierto es que es una pizza riquísima, diferente a lo que estamos acostumbrados por el hecho de ser blanca, sin tomate.
Espero que te animes a probar.
Un saludo y de nuevo, gracias.